La 5eme dimmension

Paul contempló su jersey rojo en la pantalla. Era intenso al igual que en sus afrutados labios que le sonreían desde el portátil, desde aquella puerta a la quinta dimensión. Se llamaba ... no sabía como se llamaba. Lo único que sabía era que podía estar ahí y ahora con ella, hablando, mientras el tiempo se detenía y su sonrisa de 8 gigas se descargaba en su disco duro llenando todo el vacío, todos los agujeros de su cuerpo, y todos los círculos que aparecían de vez en cuando en la alfombra.

La había conocido allí mismo, en la quinta dimensión del amor oculto y falso. Virtual.
...y tras haber tocado el lunar de Céline se sentía capaz de todo. Capaz de que una desconocida viese su cara ruborizarse, capaz de...


bbbrune: Tus labios me llaman a gritos.

Ella sonrío con más intensidad que antes y sus mejillas se pusieron como las de Heidi.

miss_paradis: Sería cruel dejarte sordo con mi sonrisa. Ven, acércate a la pantalla.

Paul imaginó lo raro que sería tocar los labios de una chica en una fria pantalla, pero se acercó sin rechistar, esperando que tras esto viniesen muchas y mejores cosas.
De repente algo se movió en la pantalla, curvas en el cristal. Paul se acercó más y descubrió unos labios saliendo de ella. Eran carnosos y reales. Piel, piel suave, roja y sensual saliendo de una pantalla.

miss_paradis: ¿Ves? Ahora los puedes tocar. ¿Han cesado los gritos? Sinceramente creo que ahora serán mucho, mucho peores.

Justo después de que el pitido del messenger sonase, algo más pasó en la pantalla, y el cuerpo de la chica irresistible salió de ella con una mirada insunuante hacía Paul, que asustado se decía a si mismo que sólo era un sueño. Pellizcos, pellizcos y más pellizcos. Nada funcionó.
El paraíso era real.